Un verano más allí estaba yo, con pantalones vaqueros cortos,
camiseta básica azul celeste, gorro de paja y unas sandalias muy sencillas, dispuesta
a emprender mi camino.
-¡Ana! ¿Has metido los billetes de avión, el pintauñas y el
vestido de fiesta negro? -gritó Laura desde la cocina de la planta baja de mi
casa.
–Si Laura, está todo listo -respondí con mucho entusiasmo. Bajo
el marco de la puerta de mi habitación eché un último vistazo a mi habitáculo, centré
mis ojos en el osito de peluche que guarda el mensaje “Te quiero”, regalo de mi
novio Adrián y con cierta nostalgia pero con alegría a la vez cerré la puerta.
Cuando salí al portalón de casa, ahí estaba Laura dando voces
mientras metía la maleta en el maletero del autobús que nos llevaría rumbo al
aeropuerto de Madrid donde nos encontraríamos con el resto de nuestras amigas.
Este año nos íbamos a Ibiza. Sol, playa, fiesta y momentos para chicas, todo un
regalazo por parte de nuestros novios.
Tras llegar al hotel un paisaje digno de película se
presentaba ante nuestros ojos. La playa con agua cristalina, arena natural,
chosnas de paja con hamacas para tomar el sol y un ambientazo. Entre las 4
extendimos nuestros brazos, colocando las manos unas encima de las otras y gritando
al unísono “¡QUE EMPIECE LA FIESTA!”, dió comienzo la primera noche de nuestras
vacaciones.
¡Que guay! ¿Y hubo fiesta? :D
ResponderEliminarjajaja si, creo que si! :P
EliminarGracias por leerlo y comentar!
Besos! ^^